martes, 13 de mayo de 2014

El cambio semántico. Metáfora y Metonimia.

Las lenguas son realidades vivas, que van transformándose de forma paralela a las comunidades humanas que las utilizan. Aparecen palabras nuevas (neologismos) al tiempo que otras van quedando en desuso (arcaísmos). En otros casos, palabras ya existentes reciben nuevos significados. Son muchos los fenómenos lingüísticos que dan lugar al cambio semántico, entre ellos la metáfora y la metonimia.

I. Metáfora:
Aunque probablemente la conocerás por su uso literario, lo cierto es que en la lengua convencional es un potente factor de cambio semántico. Se da cuando existe una relación de semejanza entre los referentes de dos palabras distintas. Por ejemplo, llamamos ratón al periférico del ordenador que usamos para mover el cursor de la pantalla por su semejanza con el pequeño roedor.

II. Metonimia:
El cambio semántico se produce por la proximidad (física o conceptual) entre los referentes de dos palabras. Es el caso de la palabra cuello que ha pasado a designar también la parte de una camisa u otra prenda de vestir que está en contacto con esa parte del cuerpo. Otras relaciones que dan lugar a metonimia son:
Todo por la parte. La ciudad de Madrid se echó a la calle.
Parte por el todo. Dos cabezas de ganado.
Procedencia. Beberemos un rioja.
Operador de un instrumento. El cámara de TV.

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