Relaciones entre Razón y Fe:
El edificio del conocimiento, como hemos comprobado antes, debe comenzarse desde abajo. Desde los sensible hacia lo inteligible.
Pero, ¿podremos obtener, entonces, un conocimiento completo de las realidades inteligibles que están más allá de lo sensible? La respuesta de Tomás de Aquino es: no. El conocimiento de las realidades superiores al que podemos aspirar a través de nuestro conocimiento es limitado. Nuestro conocimiento, al estar vinculado necesariamente a los sentidos y partir de ellos, está imposibilitado de alcanzar el conocimiento perfecto de lo inmaterial. Tomemos como ejemplo a Dios, la más importante de las realidades suprasensibles. Pues bien, la razón humana jamás podrá alcanzar un conocimiento completo y perfecto de Dios. Nuestro conocimiento racional de Dios será siempre imperfecto, incompleto y analógico. Con analógico se refiere a que el conocimiento que tengamos de Dios lo obtendremos por la analogía que descubrimos entre las cosas de este mundo y su causa, Dios. Es decir, contemplando las cosas de este mundo (lo creado) podremos conocer algo, por similitud, de Dios (el creador). Conocemos al creador a partir de lo creado.
No obstante, Santo Tomás cree que podemos conocer a Dios y las realidades superiores completa y perfectamente, por supuesto, no a través de la razón, sino de otra forma de conocimiento de que disponemos los humanos: la Fe.
La Fe es capaz de conocer más allá de los límites de la razón. A través de la revelación (información transmitida directamente por Dios a los hombres) la Fe aporta al hombre un conocimiento que no puede alcanzar con la razón.
Fe y Razón son dos formas deconocimiento distintas pero que, sin embargo, tienen algunos puntos en común. Ambas se preocupan de explicar a Dios, el alma, y el mundo.
La concepción de Tomás de Aquino sobre esta relación es positiva. En la época de nuestro autor se ha desató una enorme polémica sobre esta cuestión. Se dieron posturas completamente enfrentadas: desde los que sometían a la razón como herramienta de la Fe, hasta los que proclaman la contradicción entre Razón y Fe.
Santo Tomás considera que Razón y Fe pueden y deben colaborar mutuamente:
La razón puede ayudar a la Fe:
- Aportándole procedimientos de ordenación racional-científica (sistema de proposiciones).
- Adiestrándola en el uso de armas dialécticas para enfrentarse a afirmaciones contrarias a la Fe (herejías y otras religiones).
- Entregándole los datos de la ciencia que apoyen y expliquen artículos de la Fe.
La Fe, a su vez, ayuda a la Razón de la siguiente manera:
- Sirve de norma a la Razón. Si los resultados de la investigación racional son contrarios a la Fe, la razón sabrá que está equivocada. Es decir, la Fe aporta a la Razón un criterio de verdad. Se trata de un criterio extrínseco (exterior a la propia Razón) y negativo, es decir, no le dice lo que está bien, sino lo que está mal.
De todas maneras, Santo Tomás piensa que es imposible la contrariedad entre Razón y Fe, y si la hay es por error nuestro. Fe y Razón deben coincidir necesariamente porque ambas provienen de la misma fuente. Las verdades de la Fe son reveladas al hombre por el mismo Dios. La Razón, por su parte, es un don entregado al hombre por su creador, Dios. Es imposible, por tanto, que Dios nos diga una cosa con la Razón y otra distinta a través la Fe. Ambas deben coincidir.
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