Contexto filosófico:
Desde el punto de vista ideológico-político en el s. XIX se enfrentan varias tendencias contrapuestas (liberalismo, tradicionalismo, socialismo, anarquismo, nacionalismo,...); por otra parte, desde el punto de vista filosófico proliferan diversos "-ismos" (idealismo, romanticismo, positivismo, irracionalismo, marxismo, historicismo,...) que se suceden unos a otros por reacción. Contra los ideales racionales de la Ilustración, el romanticismo reivindica un nuevo concepto de razón: la filosofía de Hegel la concibe como un Espíritu Absoluto que dirige la marcha de la historia humana. El romanticismo va a cuestionar la confianza que la Ilustración había puesto en la razón y la ciencia. Los románticos exaltarán la naturaleza y el poder infinito de la subjetividad, del yo. Frente al concepto exaltaban la intuición y el sentimiento.
Reivindicarán una libertad sin límites para el genio creador que no debe someterse a los moldes sociales que frenan su potencia creadora. Sienten una afinidad especial por lo misterioso, lo oscuro, lo extraño y salvaje, frente a la claridad, orden y transparencia a que aspiraba la Ilustración. Aunque Nietzsche no es un autor romántico, se detecta en su obra influencia del romanticismo.
Cansados de tanta racionalidad, aparecen corrientes irracionalistas que ponen de relieve las dimensiones humanas que se escapan a la lógica abstracta de las teorías puramente racionales.
El materialismo, que se nutre de la explosiva situación social de la época, cuestiona profundamente el papel mismo de la Filosofía y promueve cambios sociales profundos. Por otra parte, una serie de pensadores muy distintos entre sí suelen agruparse en lo que se ha denominado vitalismo. Todos ellos se oponen a los intentos del positivismo de explicar el mundo a partir de la mera racionalidad científica y pone por delante la ''vida''. Bajo la denominación de ''vitalismo'' suele comprenderse un conjunto de filósofos cuya reflexión gira en torno al tema de la vida, como: F. Nietzsche, W. Dilthey, J. Orgeta y Gasset y H. Bergson.
Para concluir, decir que la de Nietzsche es una filosofía en grado sumo polémica y crítica. Hasta el punto de que sólo se la comprede adecuadamente si se sabe contra quien arremete en cada caso. No en vano, en considerada como una crítica de toda la tradición Platónico-Cristiana occidental, es decir, nuestra cultura. Por tanto, son muchos lo ''enemigo'' contra los que arremeten: Parménides, Sócrates, Platón, Kant, el cristianismo y el socialismo.
Contra estas grandes teorías totalizadoras, el positivismo intenta atenerse a los hechos concretos inspirándose en las ciencias empíricas. Durante la segunda mitad del siglo -época de Nietzsche- el positivismo (Comte) pretendía presentarse como la única respuesta adecuada a los tiempos. Las ciencias de la naturaleza (sobre todo la física) estaban pasando una época de ingenua pedantería: muchos científicos creían que la ciencia era capaz de explicar no sólo las leyes de la naturaleza, sino también los misterios del ser humano. La ciencia es considerada como saber absoluto y único modelo de conocimiento.
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