Las placas litosféricas no son estáticas, sino que evolucionan, pueden fragmentarse y soldarse unas a otras. Se piensa que esta evolución ocurre de la siguiente forma:
Un continente se fragmenta, normalmente por la acción de un punto caliente, que adelgaza la litosfera hasta romperla, pues en estas zonas es más gruesa y disipa muy mal el calor. Se origina así la apertura de una cuenca oceánica. Los dos fragmentos que quedan a ambos lados de la sutura, comienzan a separarse empujados por la inyección de materiales fundidos desde la astenosfera, de esta manera se forma un océano. La placa litosférica, a medida que se aleja de la dorsal, aumenta de espesor por enfriamiento. Las presiones ejercidas por el aporte de materiales en las suturas, unido a la diferencia de grosor y densidad de la litosfera, hace que se fragmente en los puntos de unión de litosfera oceánica y continental, pues son más frágiles. La litosfera oceánica, más densa que la continental, tiende a meterse debajo de ésta, subduce, facilitando nuevamente la aproximación de los dos continentes que acabarán uniéndose (obducción), formando una sutura continental.
Este esquema básico de la dinámica cortical es el llamado Ciclo de Wilson.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario