lunes, 17 de marzo de 2014

Literatura griega

LÍRICA GRIEGA

La lírica es un género literario al que pertenecen las obras, normalmente escritas en verso, que expresan sentimientos del autor y se proponen suscitar en el oyente o lector sentimientos similares; esto confiere al género lírico un carácter subjetivo que lo diferencia del género épico.

Como casi todos los géneros literarios, la lírica surgió en Grecia donde los aedos recitaban los poemas con ayuda del acompañamiento musical de la lira.
En la evolución de la lírica griega se distinguen dos periodos:

Lírica popular u oral hasta el s. VII a. C.
Lírica culta o escrita a partir del s. VII a. C.

La lírica surge en Grecia en un periodo de cambios sociales en el que pierde sentido escribir obras que demuestren un sentimiento nacional, que ya no existe, e interés por la colectividad, cada vez más en decadencia, y los autores empiezan a preocuparse por hablar de los sentimientos del hombre como individuo.

En los poemas líricos encontraremos una variedad de versos superior a la variedad métrica de la épica donde sólo se usaba el hexámetro.

Tradicionalmente se ha dividido la lírica en:

Monódica: cantada por una sola persona. La temática gira en torno a los sentimientos de una sola persona.
Coral: interpretada por un coro. La temática gira en torno a los sentimientos de un grupo concreto de individuos. La lírica coral surgió y se desarrolló en el contexto de las fiestas de la polis. Los miembros del coro eran ciudadanos de cualquier edad y sexo y cantaban con acompañamiento musical.

Los principales representantes del género lírico en Grecia fueron:

Solón, Teognis, Arquíloco, Safo y Píndaro.

SOLÓN: Vivió entre los siglos VII-VI a. C. sin que sea posible determinar la fecha exacta, pues carecemos de datos fiables para hacerlo.
Nació en el seno de una familia aristocrática. Fue nombrado arconte (jefe político) de Atenas y es conocido especialmente por suavizar las leyes puestas por escrito por Dracón, su predecesor.
Solón decretó la liberación de todos los esclavos por deudas; fue elegido arconte para mediar entre los nobles y el pueblo llano y así lo hizo. Anuló las deudas de los campesinos humildes y los hizo participar en la Asamblea,  pero dividió la sociedad en 4 clases dependiendo de la riqueza de los ciudadanos, lo que se conoce como timocracia (gobierno de los que tienen riqueza), con lo que siguió dándole más poder a los que eran más ricos. Su finalidad era que el pueblo no apoyara a ningún tirano pero acabó fracasando.
Solón también se cultivó como poeta, pero es poco lo que nos ha llegado de su obra. Destaca sobre todo su “Elegía a las Musas” reflexión moral sobre la prosperidad en la que el poeta expresa su deseo de adquirir riqueza honradamente.

TEOGNIS: poeta aristócrata del s. VI a. C. Consideraba la guerra como una fastidiosa interrupción de la vida cotidiana. Algunos de sus poemas son autobiográficos y por eso sabemos que escribió toda su obra desde el exilio.
Escribió himnos a los dioses, elegías (poemas de dos versos: hexámetro + pentámetro) de tipo gnómico (con enseñanzas morales), elegías eróticas a Cirno, joven efebo a quien Teognis toma a su cargo para educarlo. Era un defensor convencido de los ideales aristocráticos por lo que identificaba al aristócrata con el hombre bueno y  al pobre con el malvado.

ARQUÍLOCO: Poeta griego del s. VII a. C. nacido en la isla de Paros. Su producción literaria nos ha llegado de forma fragmentada, y no existe consenso respecto a las fechas exactas en las que vivió y la autoría de algunas de las obras que se le atribuyen. Arquíloco se nos presenta como poeta mercenario (soldado que cobra por participar en una guerra), que vivía de la guerra mientras cultivaba la poesía. Sus poemas están escritos en yambos y su contenido es satírico y burlesco.
Los principales temas de su poesía son: la guerra, el odio (sobre todo el que siente contra sus enemigos), el vino, el amor (correspondido, frustrado y sexual) y los dioses. Destacable sobre todo son sus himnos a Demeter y Dioniso.

SAFO: natural de Lesbos (s. VII-VI a. C.) y perteneciente a una familia aristocrática; es una de las pocas escritoras de la antigüedad de la que tenemos noticia. No existen muchos datos biográficos sobre ella, y sólo se conocen algunos poemas y fragmentos. Todo lo que sabemos de su vida es lo que se puede deducir de sus poemas.
Abrió una escuela de señoritas en Lesbos que fue muy criticada en su época porque se decía que en ella no sólo se enseñaba a escribir poesía.

Safo, y su compatriota Alceo, son considerados los poetas más sobresalientes de la poesía lírica griega arcaica. De su obra, que al parecer constaba de nueve libros de extensión variada, se han conservado también ejemplos de lírica popular en algunos epitalamios, cantos nupciales que son adaptaciones de canciones populares, propias de los amigos del novio y de la novia, que se improvisaban en las bodas. Estas canciones se diferenciaban del resto de sus poemas, más intimistas y cultos, porque para ellos creó un ritmo propio y un metro nuevo, que pasó a denominarse estrofa sáfica.

Safo habla en sus poemas de la pasión amorosa que se apodera del ser humano y se manifiesta en diversas formas, como los celos, el deseo o una inevitable nostalgia.
Ejemplo de esto se encuentra en su Himno a Afrodita, el único poema que nos ha llegado completo de toda su obra. Podría considerarse como una oración, una súplica dirigida a la diosa del amor para conseguir su ayuda y lograr así el amor de su amada.

Pero, según se lee en este Himno, no es el único en el que Safo invocaba a la diosa; en el poema Afrodita habla directamente a Safo y le pregunta por los motivos por los que la llama de nuevo. La descripción de la diosa bajando del cielo en su carro rodeada de alegres gorriones, sonriendo responde a una de las imágenes más típicas de la diosa.
Su poesía sirvió de fuente de inspiración a poetas, como los latinos Catulo y Horacio.

PÍNDARO: Se tienen pocas noticias fiables sobre su biografía, a pesar de que en total nos han llegado seis Vidas de Píndaro escritas por autores contemporáneos a él. Vivió entre los siglos VI-V a. C. Se cree que era natural de Beocia y que pertenecía a una familia aristocrática. Pasa su infancia y primera juventud en Tebas y en Atenas. Muy joven aún, participa en un certamen de poesía en el que es vencido por la poetisa Corina de Tanagra.

Píndaro compuso su primera oda cuando apenas tenía veinte años. Pronto se convierte en un renombrado poeta. Como tal, recorre las principales cortes aristocráticas de Grecia: Cirene, Siracusa, etc. Ante la invasión de los persas, adoptó una actitud de tolerancia con el enemigo que era la que interesaba en su patria. En esta cuestión, Píndaro chocó con otro importante poeta, Baquílides, que había adoptado un punto de vista panhelénico y propugnaba la resistencia firme ante los persas, que ve como una amenaza sobre el conjunto de la Hélade.

De su obra han llegado hasta nosotros cuatro libros de epinicios (cantos corales compuestos en honor de los vencedores en alguno de los cuatro certámenes deportivos de los Juegos Panhelénicos, se cantaban al paso de los campeones) que suman 45 odas y algunos fragmentos sueltos. El estilo de Píndaro era difícil de entender incluso para sus contemporáneos. Además de epinicios, Píndaro compuso himnos, partenios (cantos interpretados por vírgenes) y peanes (plegarias) a los dioses (sobre todo a Apolo y Atenea), cantos al vino y trenos (lamento fúnebre destinado a ser ejecutado por un coro con acompañamiento musical, se cantaba en ausencia del muerto).

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